EL NARRADOR Y EL PUNTO DE VISTA


Tiene una enorme importancia en esta obra. Por un lado, sabemos que es la contrafigura del propio escritor, pero no debemos confundirlo con él. El narrador no fue testigo de los hechos porque, según cuenta, estaba en los brazos de María Alejandrina Cervantes, así que tiene que preguntar a los que sí fueron testigos, como hacen los periodistas. Ve a través de los otros. La novela se nos muestra entonces como un mosaico cuyas piezas son las revelaciones que los distintos personajes van proporcionando al narrador-investigador, sus propios recuerdos, y los datos del sumario del juez instructor, consignados en los 322 pliegos que el narrador logró rescatar en la planta baja inundada del Palacio de Justicia de Riohacha. Pero, al final, a pesar de la presentación minuciosa de los hechos, nunca descubrimos la verdad: ni si fue Santiago Nasar quien hizo que Ángela Vicario perdiera la virginidad, ni, por ejemplo, si llovía o hacía sol la mañana del crimen ("Muchos coincidían en el recuerdo de que era una mañana radiante [...] pero la mayoría estaba de acuerdo en que era un tiempo fúnebre, con un cielo turbio y bajo y un denso olor de aguas dormidas.")
Veintisiete años después del asesinato decide reconstruir la historia.  Es un narrador interno y adopta el punto de vista de un personaje secundario. Ocupa el papel de cronista que investiga un caso incompleto en un sumario, un caso del que, en parte,  ha sido testigo. La reconstrucción se va situando en diferentes momentos de los veintisiete años transcurridos.
El pasado lejano suele ser evocado por el narrador, en tanto que el pasado más inmediato (al que sigue la pista) lo es a través de documentos y testigos. La voz de estos va conformando en su alternancia una serie de datos e informaciones superpuestas, de testimonios encontrados que crean una sensación de verosimilitud en cuanto a los pormenores de la tragedia, pero no logran despejar incógnitas y ambigüedades fundamentales, por ejemplo, la culpabilidad de Santiago Nasar.
     Las manifestaciones de los testigos que el narrador-cronista recoge se presentan en el discurso de manera diferente. Lo más frecuente es que asistamos a la selección de breves frases que son restos de la conversación  con el testigo-cronista. Se plasman en estilo directo, con las comillas y la acotación del narrador("No ha vuelto a nacer otro hombre como ese", me dijo, gorda y mustia, y rodeada por los hijos de otros amores."Era idéntico a su padre- le replicó Victoria Guzmán. Un mierda".). En otros casos se limita a ser lector-transmisor del texto de un documento: "El informe decía: Parecía el estigma del Crucificado".
   El punto de vista narrativo es múltiple y cambiante (multiperspectivismo). Narrador,
protagonistas y testigos van intercambiando su propia visión de los hechos con frecuentes alteraciones y contradicciones. Ello sirve para relativizar la visión sobre lo sucedido y abrirlo a la duda. Es el lector el que tiene que valorar e interpretar. Las técnicas narrativas empleadas son variadas:
1. Usa el estilo directo para recoger declaraciones de testigos o trasmitir ciertos fragmentos de documentos.
Cuando recurre al diálogo, el narrador se mantiene en una posición objetiva, manifestando sólo su presencia en acotaciones, pero a veces ese diálogo sólo recoge la palabra o frase que contiene especial tensión o significación, tras la inmersión en la mente del personaje. Se presenta en estado muy fragmentario y unidireccional, mostrando en ocasiones sólo la respuesta del personaje al narrador, no la pregunta de éste.
       2. Usa la tercera persona para marcar la distancia con ciertos hechos. Adopta un enfoque omnisciente.
El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5,30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros (...)
     3. Se convierte en narrador testigo (en 1ª persona del singular) para matizar sus propios recuerdos. “En el curso de las indagaciones para esta crónica recobré numerosas vivencias marginales, y entre ellas el recuerdo de gracia de las hermanas de Bayardo San Román (...)”
Yo conservaba un recuerdo muy confuso de la fiesta antes de que hubiera decidido rescatarla a pedazos de la memoria ajena.”
4. Más como simple testigo que como protagonista se manifiesta en ocasiones en un discurso que combina el yo plural con la distanciación de la tercera persona. “Santiago Nasar y yo, con mi hermano Luis Enrique y Cristo Bedoya, nos fuimos para la casa de misericordias de María Alejandrina Cervantes. Por allí pasaron entre muchos otros los hermanos Vicario (...)”
La narración intenta ser objetiva cuando da paso a otras voces, mientras que las descripciones están llenas de subjetividad.
                 Para reconstruir las partes de la historia desconocidas por él o medio olvidadas, se sirve de los siguientes elementos:
Ø  Cartas enviadas por su madre.
Ø  Informe jurídico e informe de la autopsia.
Ø  Su incompleta memoria personal.
Ø  Su condición de testigo y copartícipe de la historia.
Ø  El testimonio de un extenso número de testigos: esta presencia de múltiples y diferentes voces, con sus correspondientes puntos de vista sobre el mismo suceso permite hablar de polifonía narrativa en la obra y le otorgan la condición de novela multiperspectivística. Implica también la presencia de un lector activo que vaya ensamblando las diferentes piezas de la novela, dispersas a lo largo del discurso.


En Crónica domina la narración y la descripción sobre el diálogo, que cuando aparece es breve y frecuentemente unidireccional.